Cuaderno de crítica literaria | José Ángel Cilleruelo

sábado, 12 de enero de 2019

«Eso», de Inger Christensen



1
Det er verden. Eso es el mundo. Sin verden. Su mundo. Jeg. Yo. Det er mig. Eso soy yo. Jeg skriver. Yo escribo. Biller. Escarabajos. Et ord. Una palabra. En have. Un jardín. En have for enden af en have. Un jardín al final de un jardín. Fuglene. Los pájaros. Kulissen. El decorado. Det er hvidt. Es blanco. Mens hvidt forsvinder. Mientras lo blanco desaparece. Alt det der ikke foregår. Todo lo que no tiene lugar. Det er tavs. Está en silencio.Hundene gør. Los perros ladran. . Entonces. Liv er død. La vida es muerte. Sin død. Su muerte.
2
Está la vida que ocurre y la que no tiene lugar. A veces elijo esta. Ocurre, tal vez, igual que la que ocurre, pero no tiene lugar. Carecer de lugar libera a la vida de sujeciones. Ocurre sí, pero en ningún lugar. En un lugar que carece de las condiciones que cumple el lugar para que en él ocurra la vida. Que está libre de estas condiciones. No sujeto a ninguna condición, dado que es un ningún lugar. Es esta libertad la que me hace preferir la vida que no tiene lugar a la que ocurre. Ambas igualmente frágiles. Efímeras.
3 
Es la propia finitud la que incita a contarlo. La vida, en el barroco, desde una conciencia mortal. El ideal, en el romanticismo, desde el acabamiento de lo sagrado. La nada, a principios del siglo pasado, desde un agónico fulgor. Y ya sin finitud, ya sin que nada haya acabado ni vaya a acabar, ya sin que la vida sea algo distinto a lo que no ocurre, sin que el pensamiento sea algo diferente al silencio, ya sin que la injusticia sea un paso hacia la justicia. Ya sin que haya pasos. Entonces es cuando empieza a contarlo Inger Christensen.

[El Visir de Abisinia, 24 de mayo de 2015]

No hay comentarios:

Publicar un comentario