Cuaderno de crítica literaria | José Ángel Cilleruelo

viernes, 3 de abril de 2015

EPÍLOGO A «DEUS E OUTROS ANIMAIS» de Rui Caeiro


En el momento de la publicación de esta antología titulada Deus e outros animais Rui Caeiro (1943) ha entregado a imprenta una veintena de títulos. La mitad de estos volúmenes luce el epígrafe de «edición del autor», y la otra mitad forma parte del catálogo de pequeñas editoriales que bien responden a la voluntad de un grupo literario emergente, bien integran en su labor un proyecto artístico. A partir de esta constatación bibliográfica se pueden realizar ciertas afirmaciones que caracterizan un fenómeno poco habitual en el presente. Primero, los lectores de Rui Caeiro han tomado la decisión de serlo, pues han necesitado buscar sus libros, nada familiarizados con la industria editorial y sus canales de distribución. Segundo, el autor ha mantenido a lo largo de 25 años de publicaciones idéntico carácter esquivo en relación a las convenciones editoriales de la época. Y tercero, las afirmaciones anteriores no pueden deberse a hechos fortuitos o coyunturales, necesariamente han de estar relacionadas con el sentido que Rui Caeiro ha ideado como puesta en escena de su escritura, algo que con frecuencia se relega a manos de terceros (gabinetes de prensa, marketing editorial…) y que, sin embargo, también forma parte de los significados que convoca una obra literaria. 
   Una de las irónicas preguntas de la sección que cierra este volumen, donde se cuestiona la ambigua naturaleza de la escritura, se formula así: «É um bocejo? / (E de quem, do autor ou do leitor? O quê, dos dois?)». Pocos autores contemporáneos tienen más presente en sus obras al lector que Rui Caeiro. Un lector que no es, tal como permite intuir la bibliografía, el reflejo pasivo de un número de ejemplares vendidos al que le relega el hábito editorial de la época. Un lector al que apela de manera explícita y al que incluye en el curso de su pensamiento («Existir, não existir... / […] / Vós outros, imagáveis leitores, existis? Tendes a certeza?»). Un lector, sobre todo, que justifica los recursos literarios que con tanta frecuencia utiliza: la afirmación a través de preguntas (tal vez la marca estilística más constante), el uso de la segunda persona, los giros coloquiales… E incluso la propia presentación segmentada evoca (mediante el blanco que separa un fragmento de otro) la respuesta, asentimiento o controversia de un lector que acompaña las variaciones temáticas que sus textos interpretan casi como una pieza musical. Una presentación que emula lo dialógico. En suma, el lector es un elemento esencial en la concepción poética de Rui Caeiro, tan imbricado en la escritura que cuando la presente antología se abre con una primera «tábua» que empieza así: «Tens direito a escrever o que ninguém diz…», en esta segunda persona aparecen fundidos el autor y el lector, que comparten idéntico derecho a la escritura: el lector que al leer se revela autor de lo leído, y el autor que lo es por su condición de lector (porque va a escribir lo que nadie ha escrito para que él lo pueda leer). 
   Esta característica de Rui Caeiro, la presencia dinámica del lector en la concepción de la obra literaria, alcanza su máximo sentido en las páginas de este volumen. Componer una antología a partir de la veintena de títulos publicados por el poeta no es una tarea que se resuelva con facilidad. Cada uno de sus títulos desarrolla un motivo o tema a través de fragmentos (en prosa narrativa, en verso o en prosa aforística) que forman un conjunto de variaciones que fluye a su alrededor. El recurso convencional de seleccionar cuatro o cinco poemas de cada libro en este caso proporcionaría un perfecto sinsentido. El resultado no mantendría el espíritu del autor, que es el objetivo de una antología. La antología que presente la obra de Rui Caeiro (esta es la primera que se publica tras 25 años de escritura) ha de cumplir tres condiciones básicas: ha de seleccionar los motivos característicos de su reflexión poética, ha de elegir los textos más representativos, ha de presentarlos de modo que fluyan alrededor del tema tal como los pensó el autor. Y ha de añadir otra cualidad imprescindible: no puede olvidar el diálogo con el lector. 
   La antología que Delfim Lopes ha realizado en Deus e outros animais preserva con rigor las tres exigencias objetivas de la obra, y resulta modélica en relación a la cuarta. Su propuesta de lectura de Rui Caeiro es la de un lector. La del lector Delfim Lopes, que establece su afinidad con el autor desde una edad diferente y desde una generación poética posterior, y por extensión también es la del lector implícito en todos sus libros. Lo que Delfim Lopes descubre en estas páginas es la condición que el poeta le ha entregado a su lector desde el principio: la de coautor. Las tres partes de esta antología (una inicial y una final metapoéticas, y una central donde se armonizan, se dramatizan incluso, los temas fundamentales) y el modo de relacionar los fragmentos para que respondan al espíritu de Rui Caeiro de otra manera a como él los organizó establecen ahora un diálogo del lector con el autor. Cierran el círculo que su obra había abierto en cada uno de sus títulos: antes que una antología de poemas este libro es una obra de sus lectores. La única antología posible de Rui Caeiro.


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Deus e outros animais reúne fragmentos seleccionados de diversos libros de Rui Caeiro. En especial de Sobre Deus, sobre o magno problema da existência de Deus (1988), 49 espinhas para um gato (1997), O toureiro de Deus (1998), Olhar o nada, ver a Deus (2003), Pranto por Vila Viçosa (2007), O carnaval dos animais (2008), O quarto azul e outros poemas (2011), Gato preto (2013) y Um gato no inferno (2013). 
   Delfim Lopes, como se comprueba, ha elegido fragmentos de libros publicados en todas las épocas del autor, desde el primero, en 1988, cuando Rui Caeiro tenía cuarenta y cinco años, hasta los últimos, impresos hace solo unos meses. No es este aspecto, sin embargo, el más relevante de su trabajo, sino la armonía ruicaeriana que ha logrado en la combinación de los fragmentos. Eso explica que no aparezca al pie de los textos su adscripción bibliográfica, un dato aquí inútil que solo hubiera servido para entorpecer la lectura. La ordenación de los fragmentos no le debe ningún sentido a su origen, tiene significado en sí misma. Los textos originales se encarnan perfectamente en textos de este libro. 
   La lectura que realiza la presente antología acompaña al lector por tres núcleos temáticos, que a su vez se abren hacia las calidoscópicas interpretaciones que Rui Caeiro emprende cuando aborda cualquier tema. Empiezan los fragmentos por donde se inició su obra, asunto al que ha dedicado varios títulos: el problema de la «(in)existencia» de Dios. 
   Dios, la muerte y el tiempo son emblemas del pensamiento del siglo XX que el poeta asume como propios desde el principio. Han sido tratados intensamente por la filosofía y por la literatura, razón que no excluye que exista algo que no se haya escrito todavía. Algo inédito porque es conocido por un único sujeto: el que relata su experiencia de la «(in)existencia» de Dios desde esta singularidad. Y tampoco excluyen las grandes ideas filosóficas que se produzca una mínima grieta, una fisura casi imperceptible por donde la mirada de un poeta pueda ver lo que nadie aún ha visto. Y estos son, precisamente, la circunstancia y el propósito a partir de los cuales arranca la obra literaria de Rui Caiero. 
  A través de la figura emblemática del toro, la antología conduce al lector a continuación hacia el simbolismo de los animales. Rui Caeiro actúa como un fabulista clásico con aires minimalistas. Los animales muestran mejor a los seres humanos que su propio retrato. La distancia que establecen los animales con los seres humanos que simbolizan favorece además la aparición de los recursos literarios más apreciados por el poeta, la connotación y la ironía. 
   Los animales son un perfecto catalizador de observaciones poéticas, pero hay un animal en especial que Rui Caeiro utiliza casi como alter ego. Se diría que es un heterónimo. El gato. Y con la evocación del gato concluye el arco temático de esta antología. El valor simbólico del gato para nuestro poeta, que no es amigo de hipérboles, roza lo cosmogónico: «o gato criou Deus e criou o homem para dar a estes, entretidos um com o outro, a possibilidade de o deixarem em paz». 
  Deus e outros animais ofrece un primer acercamiento a la obra de Rui Caeiro. Una aproximación esencial. No agota obra ni temas. Abre puertas para que el lector, que a partir de este libro decida serlo, los descubra. Existen otros Rui Caeiro. El de los poemas de amor, el observador de la vida de ciudad, el cronista secreto de Lisboa, el filósofo de las realidades mínimas, el teórico de la escritura, el de mirada de sabio… Cada uno de ellos merece una antología, es decir, una lectura cómplice. 

El gato… los gatos son una fuente alegórica para Rui Caeiro. Les ha dedicado cuatro libros que recorren toda su vida de escritor (en 1997 el primero, en 2013 el último). Alguno de sus mejores autorretratos los ha escrito retratando a su gato; no pocas lúcidas observaciones sobre la vida las ha descubierto junto a un gato. Como ejemplo, recuérdese una:

Passando a mão pelo dorso de um gato. 
Distraidamente. 
Distraidamente. Como tudo o que na vida — verificamos mais tarde — foi verdadeiramente importante. 

(Pasando la mano por el dorso de un gato. / Distraídamente. / Distraídamente. Como todo lo que en la vida —nos damos cuenta más tarde— fue verdaderamente importante.)

Una de las claves de su poética es la ausencia de temor a enfrentarse a los grandes temas que han convocado arduos debates, respuestas polarizadas, densas filosofías… y encontrar en los intersticios de las marmóreas concepciones aspectos en los que nadie había reparado. Una pequeña fábula de gato y perro, incluida en esta antología, proporciona la clave de esta singular cualidad. Cuenta en ella que tuvo en casa, en una época, perro y gato. No se llevaban nada bien. En cierto momento murió el perro y hubo que retirar su cuerpo en una bolsa negra: 

Enquanto me encaminhava para a porta, o gato não despegava os olhos do pesado saco que eu levava nos braços. E os olhos dele não exprimiam alívio, não exprimiam pena. Só uma intensa curiosidade. 

(Mientras me acercaba a la puerta, el gato no le quitaba ojo al pesado saco que llevaba en brazos. Y sus ojos no expresaban alivio, ni expresaban pena. Solo una intensa curiosidad.)

Ni hacia un polo ni hacia el opuesto, Rui Caeiro se enfrenta siempre a los grandes temas (Dios, muerte, tiempo, amor, vida…) con una «intensa curiosidade». Y este libro no es otra cosa que un compendio de su inquieta, insobornable, lúcida, irónica y entrañable curiosidad.


Averno Editora, 079, Lisboa, 2015


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