Cuaderno de crítica literaria | José Ángel Cilleruelo

martes, 22 de noviembre de 2016

POÉTICA DEL FÚTBOL


Valerio Magrelli
Adiós al fútbol
Traducción de Eduardo Martínez de Pisón
Xordica, Zaragoza, 2013

 En las librerías inglesas llama la atención el espacio dedicado al fútbol. Y quizá no tanto porque crezca de visita a visita, como porque siempre hay varias personas husmeando, y no solo por las mesas. En esos estantes se cuentan más biografías de cualquier entrenador que de T.S. Eliot en los literarios. Por muchos volúmenes que haya, sin embargo, no creo que se encuentren en esta sección algunos libros inolvidables que, publicados recientemente, hablan de fútbol. Sin ser exhaustivo, vale la pena recordar un capítulo donde se describe un partido de manera soberbia, en la novela El tiempo material de Giorgio Vasta, o La vida es un balón redondo, las memorias futbolísticas de Vladimir Dimitrijević, y ahora esta delicia literaria, Adiós al fútbol, de Valerio Magrelli (1957), poeta italiano que atrajo no pocos elogios en los años noventa cuando empezaron a publicarse sus libros, aunque por desgracia sin continuidad.
            El adiós a la poesía no es un tema poético. En nuestra tradición se recuerda el caso emblemático de José Gutiérrez que así lo quiso expresar en De la renuncia (1989). Si bien la despedida inició un silencio prolongado, antes de los veinte años ya se había convertido en un hasta luego. Pero los futbolistas sí saben, desde el principio de su carrera, que un día le dirán «adiós al fútbol». Y será definitivo. A veces, si hay suerte, contarán con el único rito que les aguarda, un partido de homenaje. Este libro no es otra cosa que eso, el partido que Magrelli ha organizado para ofrecer un homenaje al amante del fútbol que fue.
            Dividido en 90 reflexiones, dos partes de 45, este es su primer acierto. Al absorber la estructura de un partido para escribir un libro, curiosamente, no añade nada a la literatura, pero sí al fútbol. Subraya la personalidad que cada minuto tiene en un encuentro, y lo consolida como la auténtica unidad de comprensión del fenómeno futbolístico (ha marcado en el minuto tal, o ha sido sustituido en el cual) y también simbólica (el minuto 16 en Sevilla o el 21 en el campo del Español lo demuestran).
             Amante del fútbol, sin duda, exagerado, pues aun en el momento de la despedida  necesita justificarse: «¿cómo habría podido continuar jugado con una pierna inmóvil?». Adiós lírico a una vida de aficionado, pero también elegía de una época en la que el fútbol era una disciplina —digámoslo así— casi humanista frente a la deshumanización de los estadios, los medios de comunicación y la Play Station actuales. Esta evocación de un mundo perdido no es, sin embargo, un mero ejercicio nostálgico —y quizá esta sea la característica más sobresaliente del libro— sino una enseñanza. El modo como Magrelli muestra los valores que permanecen en la experiencia del fútbol. Recuerda, por ejemplo, la espléndida sinfonía de sonidos que llegaban a la grada desde el campo cuando apenas unos cientos contemplaban el partido. Chutes, rebotes, lamentos, gritos de los jugadores ahora ahogados en los estadios, pero que se mantienen en los partidos de barrio, sonidos del fútbol que sobreviven en las categorías inferiores, y aún emocionan. Magrelli enseña a verbalizar estos detalles que el fútbol, como espectáculo televisivo en el que se ha convertido, suele olvidar.
            «Peloteo, peloteo en una tarde de verano. Ese niño concentrado, solo con su balón… Quizá por eso empecé a escribir poesía». No es este, ciertamente un libro para figurar en los estantes de la sección de fútbol. Es una poética. La demostración, acaso, de las correspondencia baudelerianas. En el interior de cualquier actividad humana —sea el fútbol o la poesía— un mismo río fluye, el que la convierte en experiencia. Es decir, en conocimiento de la vida. Este libro.
             (No es posible acabar la reseña sin una mención a Xordica, la editorial zaragozana que lo publica, cuyo interesante catálogo ha marcado un espléndido gol.)


Clarín nº 111, Mayo-Junio de 2014

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